The lobster
Dirigida por: Yorgos Lanthimos
Protagonizada por: Colin Farrel, Rachel Weisz y Léa Seydoux
Fecha de estreno: 16 de Octubre de 2015
De las primeras obras del director Yorgos Lanthimos, tenemos el día de hoy a The Lobster, yo definiría esta obra como un ensayo sobre las relaciones modernas, pues a mi parecer tiene muchos mas aciertos en retratar como son las dinámicas de relaciones en la actualidad que por ejemplo la pelicula ya reseñada en este blog “Materialist”. Y lo mejor de The Lobster, es que lo hace a través de conceptos que de primera mano sonarían descabellados, pero que en realidad son alegorías muy fuertes para entender el trasfondo de la obra.
The Lobster se sitúa en un mudo distópico, donde se tiene como prioridad máxima tener una pareja, y aquellos que no tiene, son llevados a hoteles para que encuentren el “amor”, durante un plazo de 30 días, si consiguen pareja, son devueltos a la sociedad con estatus, si no lo logran, son convertidos en animales. Esta sinopsis ya nos deja en claro, hacia a donde va el significado de la obra, nuestro protagonista interpretado (David) por Colin Farrel a perdido a su esposa y se ve obligado a ir a uno de estos hoteles. Aquí busca conectar con distintas residentes, pero se establece que en esta distopia no basta la atracción física ni el enamoramiento para consolidar una relación, se establecen parámetros sobre como se debe conectar con una persona o sobre si se hay o no compatibilidad mediante de formas tan mundanas que parecen un chiste.
David se tiene que enfrentar a estas concepciones y a sus propios prejuicios sobre el amor, para entender que a veces el amor va mas allá de compartir el gusto por algo, que a veces el amor es inexplicable por si solo, que amar de verdad implica hacerlo sin miedo, que la conexión con alguien mas a veces es pura sin estar anclada a estándares o prejuicios. No sabemos si David lograra esto, pero queda claro que en un mundo como ese donde parasen que todos “aman” por conveniencia y por miedo, solo los amantes, solo aquellos que se aman de verdad, sobreviven.
